PASO 3: ¿Cómo sacarle las cosquillas a un potro?
Utilidad:
Los potros tienen zonas donde habitualmente no reciben ningún tipo de contacto, por lo que por instinto, rehúsan a que se les toque estas zonas. Hay que enseñar al potro que no ocurre nada por sentir ningún tipo de presión o roce y así evitamos que el potro tenga ninguna reacción brusca por instinto de huida y apartarse de lo que puede ser peligroso.
Pasos a seguir:
- Con la cabezada de cuadra puesta y sujetando el ramal, debemos acercar nuestra mano a su frente pasando siempre primero por el cuello, para que no se asuste.
- Iremos acariciando su dorso, costados y de manera gradual y muy relajada, zonas más sensibles, como las orejas o las ingles.
- Si el potro reúsa que le toquemos estas zonas, nos acercaremos por etapas. Si queremos acariciar la parte inferior de sus orejas, empezaremos por acariciar la cruz, luego de nuevo, la parte inferior del cuello y si no se mueve y está relajado, podemos subir a la parte superior del cuello y volver a repetir la secuencia. De esta manera nos vamos acercando al objetivo iniciando siempre la secuencia que refuerza la comodidad del potro a las caricias que obtiene
- El ritmo regular por el que pasamos cada etapa, pone en preaviso al potro de cuál va a ser el siguiente paso y de su comodidad.
- Para potros más impredecibles o agresivos, podemos empezar a acariciar con el stick, lo que nos permitirá de estar más alejados de una posible reacción.